jueves, 19 de noviembre de 2015

Historia De La Salsa Kétchup

La Increíble Historia De La Salsa De Tomate

Es imposible pensar en comer una papas fritas sin que este presente esta particular compañera: la ketchup. 

Es muy difícil imaginar las populares hamburguesas, sandwiches, hot dogs, tostones de plátano verde y un sin fin de entradas y aperitivos que son siempre acompañados de una generosa porción de esta enigmática salsa que todos han comido, pero pocos conocen en realidad. 

La palabra kétchup viene del vocablo chino: ke-tsiap. 
Esta es originalmente una salsa de pescado en escabeche. Y no fue hasta el siglo VII que la descubrieron los occidentales, cuando los británicos llegaron hasta el continente asiático y la llevaron de vuelta a Europa. 

El ke-tsiap tenía una gran similitud a la salsa de soya debido a lo salada que era.  Esto porque antiguamente la sal era era el método para la preservación de alimentos. 

En Europa tomaron la receta oriental y empezaron a experimentar con ingredientes diferentes al pescado, como champiñones, nueces, anchoas, ostras o mejillones.

Los ingleses crearon una versión de kétchup de champiñón. Esta fue la primera en alcanzar fama dentro de la cocina inglesa, y fueron estos mismos los que llevaron esta creación al continente Americano en tiempos de la colonia. 

Kétchup de tomate
El uso del tomate para crear kétchup fue una innovación norteamericana, y la primera vez que fue publicada una receta con esta fruta fue en 1812, por James Mease. Luego en 1850 se embotelló la primera botella de kétchup para la venta. 

La industria creció gracias a que para ese entonces mucha gente temía comer tomates crudos, debido a que, increíblemente se les consideraban venenosos. A medida que el tiempo pasaba, el kétchup de tomate fue adquiriendo importancia, volviéndose popular dentro de la cocina estadounidense. 

Entonces en 1876 cuando F. & J. Heinz lanzo al mercado su propia versión del kétchup, bajo el slogan de: “Bendito alivio para las madres y otras mujeres dentro del hogar”, en alusión al tedioso procedimiento para hacerlo de forma casera.

Antes de la receta de Heinz, el kétchup de tomate era aguado y bastante líquido, debido a que se utilizaban muchos tomates inmaduros que eran bajos en pectina. Pero luego, Heinz descubrió que usando tomates maduros, vinagre, sal y azúcar, lograba en una misma salsa sabores dulces, salados y ácidos, tal cual como la conocemos hoy en día.

Nos guste o no, sin duda el kétchup es un condimento que llegó para quedarse en nuestra cultura gastronómica, y son un producto obligado de todo carrito de compras a la hora de ir al supermercado.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Garbanzos Con Espinaca y Arroz

Hablemos de Legumbres

Las legumbres son alimentos considerados básicos en nuestra dieta. 

Estos tienen un alto contenido en hidratos de carbono complejos (de absorción lenta), de los cuales el más importante es el almidón, y también nos aportan un alto contenido de fibras. 

Su riqueza en proteínas es la más elevada de entre todos los vegetales. Tienen un bajo contenido en grasa, excepto la soya y el maní. Ademas las legumbres son completamente libres de colesterol. 

Su contenido en vitaminas del grupo B es elevado pero su aprovechamiento es bajo porque con el calor se destruyen. Su contenido en minerales también es elevado sobre todo en potasio, calcio, fósforo, zinc y magnesio. El hierro que contienen las legumbres es similar o mayor en cantidad que el de las carnes pero la absorción es más baja. 

Las proteínas de las legumbres son pobres en un aminoácido esencial, este aminoácido se encuentra en los cereales, por ello la combinación de ambos aumenta la calidad de las proteínas siendo equivalentes a las de origen animal, esto se logra combinando por ejemplo lentejas con arroz, garbanzos con fideos o arroz. 

Es recomendable consumir entre 2 y 4 raciones a la semana. Cada ración debe ser de entre 60 y 80 gramos pesados en crudo. 

Es importante saber que las legumbres después de cocinarse duplican su peso. 

Les comparto una fácil receta de

Garbanzos Con Arroz y Espinacas

Poner los garbanzos en remojo la noche anterior con agua y sal. 
Desechamos el agua del remojo y cocinamos en una cazuela, con un poco de aceite, agua y sal. El tiempo de cocción en cazuela será aproximadamente de 40 minutos, pero en una olla de presión bastara con unos 20 minutos. 

A la mitad de la cocción se incorpora el arroz y las espinacas que ya tenemos bien lavadas y troceadas en tiras. 

Para darle un toque magistral, cocinamos unos huevos en agua caliente hasta que estén duros. Los cortamos en ruedas y reservamos.  

Hacemos un sofrito con aceite de oliva, ajo, tomate, al que se le añadirá pimentón morrón justo antes de echarlo a los garbanzos. Dejar hervir todo junto unos minutos para unificar sabores y adornar con las rodajas de huevo cocido al momento de servir.


Y buen provecho!!

domingo, 15 de noviembre de 2015

Como Hacer La Tortilla Perfecta

Como Hacer La Tortilla Perfecta

Llego la hora de la verdad en cuanto a lo que significa hacer una tortilla o hacer una “excelente tortilla”. 

Como siempre les comparto. Parte del secreto esta, en escoger buenos ingredientes. 
Para una tortilla de altura necesitaremos: huevos de buena calidad, papas firmes que no sean blandas o harinosas, cebollas blancas frescas, sal y un buen aceite de oliva.

Un buen sartén en buen estado, si es posible una anti adherente para así evitar que se nos pegue o se nos queme, lo ideal es tener un sartén para uso exclusivo de tortillas. 

Algo importante es entender que no hay una formula científica para hacer tortillas. No existe un método por medio de tiempos o medidas. Una tortilla es una obra de arte que todo cocinero deberá experimentar por si mismo hasta dominarlo.

Alguien una vez sugirió una proposición que podría funcionar: por cada papa del tamaño de un puño usa un huevo y si te gusta muy jugosa por cada 3 papas usa 4 huevos o 5 si son pequeños. Siempre es mejor en caso de duda pecar de poner un huevo de más que de menos.

Receta para una tortilla clásica 
Lo primero es lavar, pelar y cortar las papas, yo en lo personal prefiero rodajas de papa, lo importante es que todas tengan un tamaño parecido para que tarden el mismo tiempo en hacerse. Una vez cortadas le echamos buen toque de sal y las ponemos en aceite bien caliente en nuestro sartén. Mientras nuestras papas se van dorando, cortamos la cebolla en el corte de tu preferencia, a mi me gustan mucho el corte plumitas, la cantidad de cebolla depende de que tanto te guste. 

Al alcanzar el punto de cocción deseado, el cual debe estar entre fritas y cocidas, casi frita pero no del todo crujiente, retiramos el excedente de aceite. Es entonces cuando colocamos la cebolla y cocinamos por unos tres o cuatro minutos. Algunos fríen la cebolla junto a las papas desde el principio. Recuerda que todo es intuición en la cocina.

Mientras todo marcha en el sartén, vamos batiendo los huevos en un bol y condimentamos con sal y pimienta. Si quieres una tortilla bien esponjosa debes separar las yemas de las claras y batir las claras para, de este modo, incorporar aire. Si lo que queremos es que esté más jugosa le añadiremos un chorrito de leche fría.

Una vez listas nuestras papas con las cebollas, las retiramos del fuego y la dejamos reposar. Luego de unos minutos, olocamos los huevos bien batidos y dejamos reposar la mezcla nuevamente por unos 10 minutos. De este modo conseguiremos que la papa se empape bien y adquiera la consistencia adecuada. El huevo deberá cubrir la patata y la cebolla.

Ahora ponemos una cucharada de aceite en la sartén bien limpia y cuando esté muy caliente vertemos la mezcla y dejamos que se haga 1 o 2 minutos dependiendo de que nos guste más o menos cuajada.

Debemos estar preparados con un plato para dar la vuelta a la tortilla. Este plato debe ser siempre más grande que nuestro sartén para no tener problemas en el momento de darla la vuelta. Es la hora de vencer el miedo y con un movimiento rápido, firme y decidido hacemos nuestra maniobra. Ponemos éste sobre la sartén y lo sujetamos con fuerza con una mano mientras que usamos la otra para darle la vuelta agarrando por el mango. 
Ahora sólo nos falta volver a poner la tortilla en la sartén para que se termine de cuajar por el otro lado. Esto nos llevará 1 o 2 minutos si nos gusta jugosa y 2 o 3 minutos si nos gusta más cuajada. Pasamos la tortilla a un plato limpio y a comer!!!


jueves, 12 de noviembre de 2015

Pastel De Pescado

Pastel De Pescado


Hoy compartiré con ustedes una sencilla pero apetitosa receta que prepararan sin mucho de que preocuparse. 

Lo primero es hacer el “mise en place” esto es la terminología en la cocina que significa: tener todo listo para cocinar.

Ingredientes para nuestra preparación
Merluza, dientes de ajo, huevo, pan rallado, leche descremada, perejil cortado, sal y pimienta, zanahorias, calabaza (auyama), judías verdes, guisantes verdes, aceite de oliva.

Elaboración
Limpiar, lavar y cortar la zanahoria, la calabaza y las judías verdes y cocinar en agua con sal por separado; las zanahorias y la calabaza se pueden cocer juntas, los guisantes y las judías por separado. Reservar. 

Sacar la merluza y desmenuzarla eliminando en lo posible las espinas. Añadimos el ajo y el perejil, picados finamente. Incorporamos un huevo batido con un poco de sal y pimienta, añadimos el pan rallado, la leche y mezclamos todo muy bien. Obtendremos una especie de masa  de textura esponjosa. 

Usaremos una fuente de horno rectangular y la embadurnamos con un poco de aceite de oliva. 
Ahora vamos colocando de forma alterna capas de la masa de pescado y otra capa con las verduras que tenemos reservadas separadas. La idea es que cada capa de verduras sea de un color diferente. 

Introducir en el horno previamente calentado a 180 grados hasta que cuaje, esto puede tomar entre 25 y 35 minutos. Iremos comprobando pinchando el pastel con una aguja de bambú hasta que salga limpia. 

Luego solo tenemos que desmoldar y adornar con pimentón morrón.


Buen provecho!

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cocinando Pescados Perfectos

Cocinando Pescados Perfectos


En esta oportunidad vamos a tratar de explicar como disfrutar de un buen pescado hecho por nosotros mismos.

Conozco muy pocas personas a quienes no les gusta un buen pescado, especialmente el pescado frito a la orilla de playa. Pero algo diferente es encontrar personas a quienes les agrade cocinarlos. Puede ser por el olor tan profundo que este deja en la cocina, o por lo complicado que parece ser cocinarlo.

Lo primero es la seguridad.
No recomiendo comprar pescados que no estén debidamente refrigerados. Los vendedores ambulantes muchas veces exhiben sus productos de una forma muy osada, pero esto no nos garantiza la pureza del producto. el pescado es muy delicado. Las organizaciones mundiales que estudian la salud alimentaria, han probado que es mejor consumir pescados luego de 48 horas de congelación. Esto con el fin de asegurar que los anisakis (parasitos presentes casi en todos los pescados) nos produzcan alergias u otro tipo de inconvenientes.

Los que suelen comer pescado fresco “acabados de pescar” deben hacerlo de modo que la temperatura interior del pescado alcance al menos 80 grados centígrados. 

El asunto es entonces seguridad por calidad. La razón de esta disputa se encuentra en el sabor del pescado y en la textura al cocinarlo. Por un lado el pescado tendrá un sabor mucho más suave si lo cocinamos a temperaturas por debajo de 50 ºC en el interior del producto. Y no digamos si lo cocinamos por encima de 60 ºC, el resultado es de una sequedad extrema. Aunque realmente podemos tener muchas temperaturas, incluso por encima de 60 ºC y distintos tiempos de cocción dependiendo el tipo de pescado con el que tratemos. Por ejemplo las rayas y tiburones necesitan temperaturas por encima de los 60 ºC para que la carne quede suave.

A continuación les comparto algunas reglas fundamentales a la hora de cocinar pescados.

Calor suave y mucha atención.
El marinado del pescado garantiza que este tenga un buen sabor. 
Mi formula preferida es: aceite de oliva, jugo de limón, ajo picado y sal.

Guisados, al horno o escalfados. 
En lugar de freírlos, es una buena manera de conseguir una buena textura final. Los cortes en este tipo de cocción deben ser del mismo grosor para evitar que algunos se cocinen y otros queden crudos. Bastara con 9 minutos de cocción para que el pescado este perfectamente cocido. 

El liquido donde se cocina el pescado, puede ser fumé de pescado preparado con anticipación o alguna salsas aromatizadas con especias y hierbas, incluso con el uso de crema de leche o de coco. 

Es importante observar que el liquido de la cocción no debe hervir bruscamente, preferiblemente mantener el fuego bajo de modo que las burbujas de la ebullición no desbaraten el producto. 

A La Parrilla
Estas técnicas utilizan una elevada temperatura por lo que debemos utilizar pescados con carne muy firme, como por ejemplo el salmón, pez espada, atún. También podemos usar pescados más finos como el lenguado pero para gratinar utilizando un plato caliente, gratinándolos sin dar la vuelta.

Al Horno
Es una de las mejores cocciones para el pescado a pesar de que parezca que cocinamos a altas temperaturas. El alto contenido en agua de la carne de pescado se va evaporando lentamente refrescando la superficie externa. Además el calor se transmite por el aire consiguiendo así una cocción a menos temperatura y más lenta.

Frito
La forma mas popular al parecer. 
Debe realizarse con mucha confianza. Aquí el truco es sazonar el pescado muy bien y llevarlo a la nevera unos 20 minutos antes de pasarlo por un poco de harina y meterlo al sartén que debe estar caliente y aceitado. Nunca mover el pescado hasta por lo menos 4 minutos y medio por lado. 

Al voltearlo debería hacerse muy delicadamente para evitar que se rompa.
Colocarlo sobre papel absorbente para extraer el exceso de grasa. 

Atrévete a cocinar tu propio pescado. Recuerda que lo importante en la cocina es la calidad del producto y el amor del cocinero. 

Buen provecho!!


martes, 10 de noviembre de 2015

El Queso Gorgonzola

El Queso Gorgonzola


En nuestro andar por el mundo de los quesos, hoy hablamos de uno muy particular y de sabor característico. El queso Gorgonzola es un queso denominado azul, elaborado con leche de vaca cuyo origen se encuentra en una pequeña ciudad cercana a Milán con el mismo nombre, Gorgonzola.

Al observarlo, podemos ver las conocidas vetas azules verdosas provocadas por las bacterias Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus además de las esporas de moho Penicillium glaucum o Penicillum roqueforti.

También existen dos variedades de queso Gorgonzola, el dulce y el picante.
La curación del gorgonzola dulce es de unos dos meses y de tres meses como mínimo para el gorgonzola picante. Actualmente se elabora en dos regiones italianas, Piemonte y Lomabardía, por ley y por tradición, cuyas provincias son Novara, Vercelli, Cuneo, Biella, Verbania y el territorio de Caserío Monferrato del Piamonte y Bérgamo, Brescia, Como, Cremona, Lecco, Lodi, Milán, Monza, Pavia y Varese de Lombardía.

Por ser un queso graso resulta muy delicioso para múltiples aplicaciones culinarias o simplemente acompañado de una rebanada de pan y un buen vino. 

Al comprarlo, debemos hacerlo en cantidades moderadas, las que sepamos que vamos a consumir en poco tiempo, ya que su maduración es continua durante su conservación aun en nuestra nevera. 

Se recomienda antes de consumirlo mantenerlo a temperatura ambiente durante al menos media hora para poder disfrutar de sus cualidades organolépticas en todo su esplendor.
No hay límites en su consumo, en el que se incluyen los postres como las tradicionales peras con gorgonzola. El Gorgonzola es además una delicia de queso para la elaboración de salsas que acompañen carnes, pescados, verduras, risottos, pasta, patatas, etc., también para su inclusión en pizzas o como un ingrediente más en la ensalada.

El gorgonzola en Italia esta presente generalmente en la polenta, o untado sobre pan y acompañado de aceitunas negras y endivias.

Este queso no debe faltar en una tabla de quesos.


Goulash Con Spaetzle

Goulash Con Spaetzle 


Hoy les quiero compartir un plato típico de Hungría. 
El goulash, uno de los estofados o guisos de carne más antiguos del imperio austro-húngaro, preparado a base de carne, cebollas, patatas, pimientos rojos, tomates y especias y el ingrediente mas importante d esta preparación: el pimentón seco y molido o páprika. 

En algunos casos se le añade vino y harina para espesar la salsa, y en Hungría, donde es plato nacional, se suele acompañar con nata agria. A veces puede ser un guiso espeso, y otras más caldoso, casi una sopa de carne. A menos que seas un gran conservador, lo puedes realizar casi con cualquier tipo de carne: ternera, carnes de caza, como la liebre, el conejo, jabalí, de cerdo, con cordero o con pollo. 

Aquí esta mi receta de este plato rústico y clásico.

En un  caldero colocas mantequilla, cebollas cortadas en julianas. Salteas hasta transparentar y reservas aparte.

Luego, en ese mismo caldero, colocas un poco de aceite de oliva y colocas la carne cortada en cubos medianos o mas bien pequeños a dorar. Una vez sellada la carne se adereza con sal, pimienta, comino, páprika, las cebollas reservadas, cerveza blanca o negra, añades un poco agua (solo lo necesario) y finalmente un par de cucharadas de pasta de tomate. Todo esto debe cocinarse a fuego lento, tapado hasta que la carne ablande y espese. 

Al final se rectifica la sal y la pimienta si es necesario.

Para acompañar este guiso super apetitoso, puedes usar papas, arroz o simplemente comer con un buen pan de costra gruesa. Pero si quieres vivir la experiencia completa, mi recomendación es

Spaetzle a la Húngara

Para la pasta spaetzle 
En un bol, colocamos 1/2 kg de harina común, una cucharada de aceite, 3 huevos batidos con un poco de leche, sal, batimos con batidor de mano mientras se añadimos leche poco a poco hasta que se tiene la consistencia deseada para que pase por el colador de huecos grandes directo al agua hirviendo con sal.

Para poder hacerlo necesitaremos de un colador de huecos redondos y grandes y una espátula.  Esto es para poder verter la mezcla en el colador y dejar que caigan directamente al agua hirviendo, las gotas espesas de nuestra mezcla.

Servir los spaetzle directamente en la salsa del goulash al momento de servir. Colocar queso parmesano y a comer... huummm!!

Buen provecho!



domingo, 8 de noviembre de 2015

Aprendiendo Técnicas De Cocina

Aprendiendo Técnicas  De Cocina

Cuando decides que quieres cocinar, una de las primeras cosas que tienes que elegir es la técnica que vas a usar.  Hoy te comparto una lista bastante completa de las técnicas que puedes emplear para hacer tus experimentos en la cocina.

Cocinando al agua.
  • Escaldado: sumergir en agua hirviendo manteniendo poco tiempo, para su posterior utilización. 
  • Hervido: cocción total por inversión en un líquido en ebullición. 
  • Blanqueado: técnica de cocción que permite mantener el color de las hortalizas sensibles a la oxidación, alcachofas, cardos, champiñones; consiste en poner en el agua de hervir un poco de harina o zumo de limón. También podemos cocer con abundante agua hirviendo salada y luego refrescarlas (escurrir y pasarlas por agua fría) 
  • Cocción al baño María: consiste en introducir la cazuela en un recipiente mayor con agua, que será la que al calentarse, transmita su calor a la cazuela. Su principal ventaja es que se puede controlar mejor la temperatura, así la cocción es más lenta, suave y uniforme. 

Cocina a presión: hervido en una olla a presión con poca agua ya que la evaporación es práctica- mente nula y reduce su tiempo de cocción. 

Al vapor:  Utilizar una olla con agua hirviendo y una rejilla sobre ella, colocar el alimento en la rejilla y dejar cocer el tiempo necesario para cada uno de ellos. 

Rehogado: Se realiza con el fuego lento y el recipiente tapado, los alimentos se hacen en su propio jugo. 

Salteado:  Cocinar total o parcialmente la verdura con poca cantidad de grasa, a fuego vivo para que no pierda su jugo. El alimento queda dorado. 

Gratinado:  La técnica consiste en exponer la capa externa del alimento a una temperatura alta para que se ponga crujiente y dorado, al horno o microondas con grill. 

Fritura: inmersión del alimento natural, empanado o rebozado en abundante aceite muy caliente. La grasa más recomendable para hacer frituras es el aceite de oliva, procurando que no llegue a humear. Es conveniente colocar los fritos en un papel absorbente. 

Microondas:  Permite cocinar los alimentos en poco tiempo; descongelar en unos minutos alimentos congelados o recalentar un plato ya cocinado. Es perfecto para cocinar verduras y pescados en su propio jugo, sin grasas, conservando todo su sabor. No se deben introducir recipientes metálicos o de barro, ya que el metal refracta las ondas y puede estropear el microondas. Los microondas emiten ondas electromagnéticas dentro del aparato y actúan sobre las moléculas de agua que contienen los alimentos, por eso se cocinan mejor los alimentos ricos en agua. Es recomendable pincharlos con un tenedor o hacerles unos cortes a los alimentos que se cocinan enteros. El calor se propaga a todo el alimento rápidamente por conducción. Para que las ondas se repartan mejor, es preferible que tenga un plato giratorio. 

Papillote: Poner el alimento entero, si es pequeño, o troceado limpio si es más grande, a ser posible sin piel, ni espinas, ni huesos, más bien poco grueso, dentro de un papel de aluminio o papel especial para cocinar al horno. Se coloca el alimento en el papel y se cierra a modo de sobre. Hornear a 180-200 grados dependiendo del alimento. Cuando el sobre de papel está totalmente hinchado indica que se ha alcanzado el punto de cocción. 
Estofado:  Consiste en guisar una serie de alimentos, casi siempre carne, con aceite, vinagre y/o vino, junto con diferentes hortalizas y/o patatas.  Se pone todo en crudo en una olla para que se cocinen a fuego lento sin que pierda vapor, de esta forma las pérdidas de vitaminas se reducen al mínimo, y como el alimento se hace en su propio jugo se produce una concentración de minerales que se conservan en su totalidad. 

Asado:  Consiste en cocinar un alimento crudo que se expone a la acción de las brasas del fuego o del aire caliente, por ejemplo en un horno. Se le puede añadir alguna grasa, siendo la mejor opción el aceite de oliva virgen, también se puede añadir zumo de limón, caldo vegetal, agua, cerveza o vino. 
El método más frecuente es el de la parrilla, en la que se colocan las carnes para que se cocinen con las brasas. El asado favorece la conservación de los nutrientes al formar una costra protectora que concentra los minerales y que afecta muy poco al contenido de vitaminas.  A la carne asada en el horno o parrilla, se le añade la sal al final, ya que la sal hace fluir los jugos del asado hacia fuera y la reseca. 

A la plancha:  Consiste en poner directamente el alimento en una plancha o placa de metal que se pone directamente encima del fuego. No requiere incorporar apenas grasa o aceite, por lo que es muy adecuada para la confección de platos bajos en calorías. 

Cocinando pasta: Es conveniente cocinarla “al dente”, es decir, dejarla cocida pero sin sobrepasar el tiempo de cocción. Se pone la pasta a cocer en el momento de máxima ebullición del agua, cocerla los minutos que indique cada tipo de pasta a fuego medio y luego colocar dentro de la olla agua fría justo cuando termine la cocción. 

Hasta la próxima, y gracias por recomendar este blog entre tus amigos.



viernes, 6 de noviembre de 2015

Pollo Kung Pao

Pollo Kung Pao


La Milenaria Cocina China

Curiosamente el verdadero nombre de China no es China, es Zhōngguó. Significa literalmente: “ tierra del centro”. 

Esta tierra ancestral registra probablemente, la mas amplia variedad de recetas y preparaciones que uno pueda imaginar. En su gastronomía encontramos sabores especiados, dulces, picantes, ácidos y un sin fin de presentaciones exóticas. 

Quiero en esta oportunidad mencionar los estilos mas renombrados de la cocina China. Estos varían por ser un país muy grande. 

Los moradores de las diferentes regiones han desarrollado sus distintivas formas y tipos de cocina, debido a factores como los recursos disponibles, el clima, la geografía, la historia, las técnicas de cocina y el estilo de vida. 

Existen cuatro escuelas tradicionales en la cocina china, estas representan específicamente su ubicación geográfica. Ellas son:

La Cocina de Shandong (鲁菜)
La Cocina de Huaiyang (淮扬菜)
La Cocina de Sichuan (川菜)
La Cocina de Cantón (粤菜)

Cocina Cantonesa.
Se destaca por el sabor natural y la rica esencia de carnes y verduras sin muchas especias. Sus platos no son realmente muy elaborados. No hay igual en otro lugar cuando se trata de sopas.

Platos mas relevantes de esta cocina

  • Dim sum: son pequeños bollos pueden ir rellenos de frutas, verduras, carnes o mariscos, y suelen servirse en pequeños recipientes. El término dim sum significa ‘tocar el corazón”.
  • Char siu: cerdo a la barbacoa. Es esa típica carne que esta coloreada de rosa en su exterior. 
  • Yu Qi Tong: la super famosa sopa de aletas de tiburón. 
  • Chow Mein: este plato es conocido internacionalmente como fideos asiáticos

La cocina de Sichuan.
Famosa por su abundante uso del chile, pimienta y especias.  Sus platos se caracterizan porque se sirven muy calientes.

La cocina de Huiyang 
Esta cocina se destaca por el uso de mariscos así como preparaciones de corte delicado y el emplatado muy artístico.

La cocina de Shandong.
Es la cocina del norte de China, es relativamente simple, con un énfasis en el aroma, la frescura, la ternura y frescura en la preparación de los platos.

En esta oportunidad compartiré una sencilla receta de Pollo Kung Pao. Típico de la región de Sichuan.

Receta Pollo Kung Pao

Ingredientes:
  • Pollo en tiras
  • Guindillas (aji picante)
  • Nueces trituradas (puede ser maní o merey)
  • Maíz baby 
  • Aceite de maíz o girasol
  • Fideos de arroz
  • Pasta de sesamo
  • Vino de Jerez
  • Vino blanco

Marinada de pollo:
En un bol vamos a marinar nuestro pollo cortado en tiras,  colocamos un chorrito de vino de jerez, una o dos cucharadas de fécula de maíz, sal, pimienta blanca, aceite de girasol o de maíz, y colocaremos también algunos maicillos baby (pequeños jojotos). Marinar por 15 minutos en la nevera.

Ahora prepararemos nuestra salsa: 
En un caldero al fuego vamos incorporando lo siguiente: salsa de soya, vino blanco, un toque de jerez, caldo de pollo, un toque de azúcar moreno. Una vez que todo esto comience a reducir colocamos fécula de maíz, pasta de sésamo y revolvemos con un batidor de bombillo. La mezcla va a espesar un poco. Reservamos.

Fideos:
Debemos tener una olla de agua caliente y en ella debemos hidratar nuestros fideos de arroz por 2 minutos. 

Para el gran final.
Vamos a usar nuestro Wok. 
La cocción debe hacerse con fuego bien alto y teniendo listo todos los ingredientes ya que no habrá tiempo para detener el proceso una vez iniciado.

En el quemador colocamos el wok y al calentar colocamos: aceite de maíz, guindilla (ají picante), nuez triturada salteamos rápidamente. Reservamos fuera del wok.  Colamos el pollo y reservamos la marinada. 

Colocamos el pollo en el mismo Wok  y salteamos, agregar las nueces las guindillas, el liquido de la marinada, traemos dentro la pasta de arroz escurrida, cebollin en tiras y salteamos todo. 

Al incorporar los ingredientes servimos colocando la pasta en el centro y el pollo encima de todo con el  maíz baby. Espolvoreamos con semillas de sésamo blancas y negras, colocamos unas gotas de aceite de ajonjolí.

Este plato no requiere sal porque la salsa de soya es suficiente para aportar sal y sabor.
La cantidad de guindilla es según el gusto del valiente comensal.

Y como dicen en china: zhù hǎo wèi kǒu. Esto es Buen provecho!

Me Provoca Una Sopa De Cebolla

Me Provoca Una Sopa De Cebolla

Soupe à l'oignon 
La sopa de cebolla, es un clásico de la cocina francesa.

Revitalizante, deliciosa, su sabor es incomparable. 
Si bien es cierto que no todos los paladares están cómodos con la idea de comer “cebolla”, una vez que la degustas, difícilmente dejaras de añorarla de vez en cuando.

Para un resultado satisfactorio a la hora de hacer esta rica delicia, debes tomar en cuenta algunos factores.

La cebolla.
Se usa la cebolla blanca ya que es más dulce que la morada. La cebolla debe estar bien fresca. 

El caldo o fondo.
Particularmente prefiero hacer mi versión de sopa de cebolla utilizando solo agua. Pero dependiendo del gusto del chef, puede usarse caldo de res, pollo o cruzado (res y pollo). 
Lo importante es que se trate de un buen caldo o consomé.

El queso.
Tiene que ser queso de muy buena calidad. Personalmente creo que el parmesano es el ideal. 

El pan
Un pan de buena costra, preferiblemente de uno o dos días. 

Aqui te dejo mi metodo.
Antes que nada monta en la estufa una olla con agua suficiente a calentar.
Prepara de antemano unos croutones de pan tostado (pan cortado en dados) de la siguiente manera:
Sartén, mantequilla, pan cortado en dados, freír moviendo con paleta de madera, colar en colador de metal para quitar las migas y reserva.

Corta las cebollas en julianas, es decir, finas tiras. 
En un caldero con un poco de aceite de oliva y un toque de mantequilla, coloca las cebollas, un poco de sal fina, una o dos hojas de laurel que luego retiraras, un poco de espigas de romero (no mucho por que su sabor es muy invasivo)  y cocina a fuego entre bajo y medio removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera.

Debes dejar que la cebolla este bien transparente y comenzara a tomar un todo color caramelo.
Cuando esto ocurra, debes colocar un par de cucharadas de harina de trigo en forma de lluvia utilizando un colador, mueve todo con la cuchara de madera. 

Notaras que ahora la mezcla de cebolla es bien espesa, porque la harina actúa como un aglutinante poderoso. En ese momento añade el agua hirviendo, sal, pimienta, un toque de vino tinto y deja cocinar todo durante al menos 25 minutos. Nunca tapes la sopa. 

Para gratinar
Busca un bol sopero, coloca queso parmesano en el fondo, vierte con un cucharón la sopa de cebolla teniendo cuidado de sacar las hojas de laurel que son muy peligrosas si se tragan. 

Coloca por encima de la sopa los croutones de pan frito en mantequilla, el queso parmesano y llévala al gratinador de tu cocina. 

Y voila!! Tienes la sopa de cebolla clásica francesa.