jueves, 15 de octubre de 2015

Hablando de Picantes!

Como pica!

Es prácticamente imposible encontrar un lugar sobre la tierra donde no exista el picante. 
Desde los países de Centro América y Asia, pasando por África, La India y los países sudamericanos, el consumo de salsas o aderezos picantes es algo casi irresistible.

Las personas con el picante para experimentar una verdadera aventura, ya que se requiere de mucho valor en algunos casos. En esta oportunidad quiero comentarles algunas particularidades del picante y sus múltiples aplicaciones, ya que incluso se le atribuyen propiedades medicinales.

Las diferentes clases de picante tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y se usan para fortalecer el sistema de defensas del cuerpo humano.

La sustancia que contienen los alimentos que llamamos picantes es la capsaicina. Esta sustancia estimula los receptores de dolor y calor que tenemos en nuestra boca. Esta es la razón por la cual percibimos su particular efecto al picar. 

No es una sorpresa que exista una escala para medir cuánto pican los picantes. 

La escala Scoville fue elaborada por Wilbur Scoville, un farmacéutico norteamericano que en 1912.
Scoville desarrolló un método conocido como Examen Organoléptico Scoville  y que consistía en diluir en agua azucarada una solución con extracto del chile a medir hasta que el picor ya no puede ser detectado por un comité de examinadores; el grado de disolución del extracto necesario para llegar a este punto da su medida en la escala. 


Así, un pimiento dulce, que no contiene capsaicina (sustancia responsable del picor, al ser un compuesto químico que estimula los receptores térmicos de la piel, especialmente las membranas mucosas), tiene cero en la escala de Scoville. Sin embargo, en los que más capsaicina contienen, como el chile habanero, se observa un grado de 300.000 unidades Scoville o más. Esto indica que el extracto fue diluido 300.000 veces antes que la capsaicina fuese indetectable.


Particularmente me gusta consumir picante, pero no en una escala que me atormente o me hagas sentir mal. Prefiero jugar con los sabores acudiendo a los diferentes elementos mi despensa de especias. Pero siempre resultará muy tentador.

En mi caso el picante más poderoso que jamás probé lo conseguí en el Amazonas venezolano. 

Su nombre: LA KATARA. 
Preparada a base de las colas de un tipo de hormigas de gran tamaño abundantes en la región, llamadas "bachacos" que se cocinan en zumo de mandioca (yuca) y otras  especias.


Algo curioso de este particular picante es que según se cuenta, Simón Bolívar nuestro libertador lo utilizaba casi en todas sus comidas.

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